• Y aunque no lo digan las crónicas, también llegaron mujeres sabias desde los cuatro puntos cardinales. El fuego ardía en su seno mucho antes de ver la estrella en el cielo. Caminaban en oscuridad fiándose de que la tierra se iluminara cada noche con la luz de las lucernas más humanas. Llegaron mujeres sabias libremente y por propia autoridad, sin ocultarse y desafiando las costumbres, sin pedir permiso a ningún rey, siguiendo sus intuiciones y sueños su anhelo y el ritmo de su corazón, cantando canciones de esperanza y abriendo camino a la dignidad.
Llegaron en silencio, de puntillas, sin ruido, sin parafernalia, sin provocar altercados ni miedos, sonriendo a todos los p peregrinos. Llegaron de forma contracultural, no les quedaba otro remedio. Nadie levantó acta con sus nombres, pero dejaron huella y recuerdo imborrable. Llegaron y trajeron regalos útiles: agua que limpia, fuego que ilumina, pan de la tierra y leche de sus pechos. Llegaron con mantas para envolver, frutos secos para compartir, aceites para c curar y ungir y nanas tiernas en sus gargantas para alegrar y dormir al que iba a nacer. Ayudaron a María a dar a luz, y cuando gemía con dolores de parto le susurraban bendiciones de su pueblo. Se quedaron en Belén muchas lunas, y encontraron para la familia un lugar digno. Y enseñaron a otras su arte y oficio, con paciencia, ternura y tino hasta que surgió una red de solidaridad.
Llegaron mujeres sabias y alzaron su voz, sus brazos, su sabiduría, su cuerpo, su espíritu contra la matanza de inocentes.
Y se marcharon por otro camino, igual que lo hacen siempre, sin prestar atención a los cantos triunfales, para proteger a los hijos más débiles. Se marcharon a su tierra.  Pero vuelven una y otra vez en esta época y en todos los momentos importantes, cargadas de dones, risas, besos de vida, canciones y paciencia
Florentino Ulibarri
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    Y aunque no lo digan las crónicas, también llegaron mujeres sabias desde los cuatro puntos cardinales. El fuego ardía en su seno mucho antes de ver la estrella en el cielo. Caminaban en oscuridad fiándose de que la tierra se iluminara cada noche con la luz de las lucernas más humanas. Llegaron mujeres sabias libremente y por propia autoridad, sin ocultarse y desafiando las costumbres, sin pedir permiso a ningún rey, siguiendo sus intuiciones y sueños su anhelo y el ritmo de su corazón, cantando canciones de esperanza y abriendo camino a la dignidad. Llegaron en silencio, de puntillas, sin ruido, sin parafernalia, sin provocar altercados ni miedos, sonriendo a todos los p peregrinos. Llegaron de forma contracultural, no les quedaba otro remedio. Nadie levantó acta con sus nombres, pero dejaron huella y recuerdo imborrable. Llegaron y trajeron regalos útiles: agua que limpia, fuego que ilumina, pan de la tierra y leche de sus pechos. Llegaron con mantas para envolver, frutos secos para compartir, aceites para c curar y ungir y nanas tiernas en sus gargantas para alegrar y dormir al que iba a nacer. Ayudaron a María a dar a luz, y cuando gemía con dolores de parto le susurraban bendiciones de su pueblo. Se quedaron en Belén muchas lunas, y encontraron para la familia un lugar digno. Y enseñaron a otras su arte y oficio, con paciencia, ternura y tino hasta que surgió una red de solidaridad. Llegaron mujeres sabias y alzaron su voz, sus brazos, su sabiduría, su cuerpo, su espíritu contra la matanza de inocentes. Y se marcharon por otro camino, igual que lo hacen siempre, sin prestar atención a los cantos triunfales, para proteger a los hijos más débiles. Se marcharon a su tierra. Pero vuelven una y otra vez en esta época y en todos los momentos importantes, cargadas de dones, risas, besos de vida, canciones y paciencia Florentino Ulibarri
  • Este año 2020 nos trae el desafío de una navidad diferente, marcada por la incertidumbre, por la necesidad de extremar los cuidados para que el encuentro y el re-encuentro sea un disfrute y una bendición y no la génesis de un problema de salud. 
Quizás la gran enseñanza de este año sea el no dar las cosas por hechas, por dadas; el valorar lo que tenemos mientras lo disfrutamos y no cuando lo perdemos. Ya no podemos dar por hecho los abrazos, el encuentro físico, los mimos con familiares, amigos y seres queridos…, nuestra capacidad de adaptación y nuestra creatividad los sustituyó por encuentros virtuales, que son mejor que nada, pero, no son lo mismo. En esta navidad hay hermanos que perdieron su trabajo, su emprendimiento, que perdieron familiares, seres queridos, que perdieron su salud…; no perdamos la capacidad de valorar lo poco o mucho que tenemos, de dar gracias, de disfrutarlo a pleno mientras lo tenemos. 
Cuidar, disfrutar, valorar, dar gracias, hacernos cargo y ser solidarios, en lo personal es el aprendizaje de este año que comparto con ustedes y que pongo a los pies del árbol y del pesebre para que fructifique en el año que comienza. 
Seamos creativos para hacernos presentes responsablemente en esta navidad en la vida de quienes queremos, para darles las gracias y decirles que los queremos.
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    Este año 2020 nos trae el desafío de una navidad diferente, marcada por la incertidumbre, por la necesidad de extremar los cuidados para que el encuentro y el re-encuentro sea un disfrute y una bendición y no la génesis de un problema de salud. Quizás la gran enseñanza de este año sea el no dar las cosas por hechas, por dadas; el valorar lo que tenemos mientras lo disfrutamos y no cuando lo perdemos. Ya no podemos dar por hecho los abrazos, el encuentro físico, los mimos con familiares, amigos y seres queridos…, nuestra capacidad de adaptación y nuestra creatividad los sustituyó por encuentros virtuales, que son mejor que nada, pero, no son lo mismo. En esta navidad hay hermanos que perdieron su trabajo, su emprendimiento, que perdieron familiares, seres queridos, que perdieron su salud…; no perdamos la capacidad de valorar lo poco o mucho que tenemos, de dar gracias, de disfrutarlo a pleno mientras lo tenemos. Cuidar, disfrutar, valorar, dar gracias, hacernos cargo y ser solidarios, en lo personal es el aprendizaje de este año que comparto con ustedes y que pongo a los pies del árbol y del pesebre para que fructifique en el año que comienza. Seamos creativos para hacernos presentes responsablemente en esta navidad en la vida de quienes queremos, para darles las gracias y decirles que los queremos.
  • A pedido de algunos otra vista de mi jardín en la terraza
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    A pedido de algunos otra vista de mi jardín en la terraza
  • Disfrutando la belleza que nos revela la primavera
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    Disfrutando la belleza que nos revela la primavera
  • Tomar el timón nos enfrenta a la necesidad de tomar decisiones teniendo claros:
-nuestros objetivos (hacia dónde navegamos,)
-nuestro entorno, contexto (indicadores de la realidad que nos indican la necesidad de generar caminos alternativos más seguros para conseguir nuestros objetivos).
-Nuestros valores, buscando la coherencia entre nuestro pensar, sentir, decir  y otras formas de actuar.
Por eso es importante estar atentos a las señales de nuestro entorno y de nuestro interior, para cambiar de rumbo, corregir rumbo o mantenerlo.
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    Tomar el timón nos enfrenta a la necesidad de tomar decisiones teniendo claros: -nuestros objetivos (hacia dónde navegamos,) -nuestro entorno, contexto (indicadores de la realidad que nos indican la necesidad de generar caminos alternativos más seguros para conseguir nuestros objetivos). -Nuestros valores, buscando la coherencia entre nuestro pensar, sentir, decir y otras formas de actuar. Por eso es importante estar atentos a las señales de nuestro entorno y de nuestro interior, para cambiar de rumbo, corregir rumbo o mantenerlo.
  • Para poder desarrollarme como persona, como empresario o como empresa, hay que tomar el timón, tengo que hacerme responsable, tengo que hacerme cargo.

Los humanos, desde pequeños desarrollamos una enorme tendencia a la justificación, que no es otra cosa que derivar las causas en otros: otras personas, otras circunstancias, otras….

Es cierto que los problemas suelen tener orígenes multicausales; es bueno poder identificar las diferentes causas que contribuyen a la generación de un problema, pero es mejor aún además de todo esto preguntarme cómo contribuyo YO a la situación por acción o por omisión. Y eso es lo que generalmente evitamos, y es una de las situaciones que más eficazmente frena nuestro desarrollo personal, por tanto en primer término el timón en movimiento nos recuerda que para crecer, para desarrollarnos, hay que asumir la responsabilidad, la conducción y hacernos cargo.
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    Para poder desarrollarme como persona, como empresario o como empresa, hay que tomar el timón, tengo que hacerme responsable, tengo que hacerme cargo. Los humanos, desde pequeños desarrollamos una enorme tendencia a la justificación, que no es otra cosa que derivar las causas en otros: otras personas, otras circunstancias, otras…. Es cierto que los problemas suelen tener orígenes multicausales; es bueno poder identificar las diferentes causas que contribuyen a la generación de un problema, pero es mejor aún además de todo esto preguntarme cómo contribuyo YO a la situación por acción o por omisión. Y eso es lo que generalmente evitamos, y es una de las situaciones que más eficazmente frena nuestro desarrollo personal, por tanto en primer término el timón en movimiento nos recuerda que para crecer, para desarrollarnos, hay que asumir la responsabilidad, la conducción y hacernos cargo.